Celebramos este domingo la Ascensión del Señor y leemos en el evangelio de Lucas las últimas instrucciones que Jesús da a sus apóstoles antes de separarse de ellos: Les recuerda que son testigos de la historia de salvación que Dios ha concretado con la humanidad, que recibirán al Espíritu Santo y que siempre los acompañará su bendición. Y frente a estas acciones de Jesús, contemplamos la respuesta de los apóstoles: se postran ante él, se ponen en camino llenos de alegría y alaban a Dios. Pienso que adentrarnos en la escena y sentirnos como un apóstol más nos puede ayudar a fortalecer nuestra vocación como escolapios.
Cada uno de nosotros es testigo de la historia de salvación que Dios va haciendo de forma personal y comunitaria. Ser testigos de esto y compartirlo con los niños y jóvenes a quienes educamos y acompañamos es un deber y un honor. En este caminar, hay dos elementos que nunca debemos olvidar -sobre todo cuando las cosas no salen como las planeamos y los resultados no son los más alicientes-: que el Señor nos bendice siempre y que nos acompaña en todo momento con su Espíritu.
¿Cómo reaccionar ante estos regalos del Señor (su Espíritu y su bendición)? Como los apóstoles: adentrándonos en nuestro lugar de misión. Pero no con tristeza, resignación o simplemente por rutina, sino más bien llenos de alegría, ilusión y pasión. Y por supuesto, sin olvidar que el misionero necesita momentos de intimidad con el Señor en el que se postra ante él y lo adora.
P. Esteban Barrantes Sch. P.
Domingo 29 de Mayo de 2022 | Ascensión del Señor
Lucas 24, 46-53: Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.»
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

ESTEBAN BARRANTES GRANT
Escolapio
Religioso escolapio de la Provincia de Centroamérica y Caribe. Actualmente ejerce su ministerio como maestro de Juniores de primera etapa en el Centro Vocacional Calasancio (San José, Costa Rica).